LA MADERA QUE ARDE
La rama quieta, como dormida, y esa tela de aire que nace del sueño y que inunda con su líquida aversión aquello cuanto miro. No hay luz ni espejo que…
La rama quieta, como dormida, y esa tela de aire que nace del sueño y que inunda con su líquida aversión aquello cuanto miro. No hay luz ni espejo que…