Hablar de los italianos DGM, es hablar de una de las bandas más infravaloradas de la escena del metal, muy respetados dentro del subgénero “prog” pero con una calidad que debería trascender del subgénero y pasar a ser un tótem del metal actual a nivel mundial. Pareciera que hemos vuelto al minifundismo, a la fragmentación, ya no hay bandas que trasciendan a las microetiquetas para ser consideradas grandes de metal sin apellidos. Demasiado matiz, enfermiza necesidad de perfilarlo todo con excesiva precisión.
No es ninguna novedad decir que DGM es una de las agrupaciones con mayor virtuosismo en sus filas, de un nivel técnico sublime. Lo interesante es que esto no se queda ahí, lo realmente especial es que sean capaces de crear grandes canciones que hacen que te olvides de su inagotable talento como instrumentistas. Endless es un disco enorme, en todas sus dimensiones, y no deja de ser curioso que pase tan desapercibido para una gran parte de los seguidores de metal convencional, ya que sus temas son realmente accesibles para un oyente no especializado en progresivo.
La escucha comienza con una sensación nueva en cuanto al sonido, más orgánico. Endles abre con un pasaje de acústica y voz, limpio, sin excesos, a la que se van sumando capas. Intrumentos reales como flautas, violines y handpan tocados todos por el teclista, Emanuele Casali, nos trasladan a un prog más clásico. A todo esto, le sumas unas poderosas guitarras tocadas por el maestro Simone Mularoni (que es además el productor del disco), las potentes y brillantes baterías de Fabio Constantino, una interpretación vocal exquisita y tienes un tema, Promises, de muchos kilates para abrir el disco.
Sin darte un respiro entra The Great Unknown, pieza clave del disco. Despliegue total de todo lo que banda ofrece a nivel compositivo. Los sonidos escogidos para los teclados vuelven a recordar al prog más clásico, con pasajes que podrían traer a la mente a bandas como Spock’s Beard, aunque sin perder en ningún momento su esencia. Los complejos desarrollos armónicos y melódicos fluyen con absoluta naturalidad. Tema descomunal.
En The Wake nos encontramos una atmósfera ciertamente más lúgubre, en el que desarrollan sonoridades con cierto regusto oriental, para abrirse con un estribillo brillante que recuerda a las atmósferas de su disco Momentum. La melodía sigue mandando, para abrirse a un pasaje instrumental que da paso a uno de los espectaculares solos de Mularoni. Los arreglos de teclado y voces brillan especialmente en este tema.
Solitude vuelve a comenzar con acústica y voz, apreciando de nuevo la espectacular producción del álbum, otro aspecto que sitúa a su guitarrista Simone Mularoni como productor de referencia en el mundo del hard rock y prog metal, contando ya con un buen puñado de producciones de primer nivel de bandas y artistas como Geoff Tate, Sunstorm, Labyrinth, A-Z y muchas más. El brillo de las acústicas y el maravilloso sonido de los solos, serán fácilmente reconocibles para los iniciados. A nivel compositivo, el tema es otro despliegue creativo exquisito. Las traveseras reales le dan una calidez espectacular. Todo suma.
From Ashes, se abre como un clásico tema de DGM de tintes claramente hardrockeros, con un sonido de teclas que recuerda a Raimbow en ciertos pasajes. En todos sus discos aparece un tema al menos de este corte, fácil de escuchar y cantar, hardrock progresivo de una fabulosa factura. Siempre agradecido por estas entregas tan digestivas.
Final Call sigue claramente la línea de The Passage, el tema es maravilloso, aunque la única pega es que tengo la sensación de haberlo escuchado antes, al fin y al cabo es su sonido, su atmósfera y para un oyente asiduo como yo, es normal que pasen estas cosas. No obstante, a mitad del tema entra una acústica y se va llenado de capas, con la travesera, y el tema crece, crece y vuelve a crecer. Tiembla el misterio cuando mularoni reparte su magia en el solo. Sabía que algo iba a pasar, y pasó.
Echaba en falta el tema piano voz que nos regalan en casi todos sus discos. Blank Pages, es uno de esos temas que buscan emocionar, y realmente lo consigue. La letra ayuda. Arreglos premium, para una balada en la que mi querido Marco Basile brilla como el titán que es. Bravíssimo!!
Y llega el cierre. Endless Echoes vuelve a comenzar con acústica voz, brillante melodía de voz con una interpretación sublime. El tema se va llenado de capas, y las guitarras con distorsión aparecen para llevarnos a otro tema de prog metal, con claros tintes hardrockeros. Me gusta especialmente el estribillo con un color distinto al que usan habitualmente. Excelente tema para cerrar un disco brillante.
En conclusión, este es un disco espectacular, tanto para seguidores como para neófitos. La producción y los temas están a un nivel altísimo. Para mí el mejor disco desde The Passage, en el que introducen nuevos elementos que le dan una frescura especial. Alguien me dijo que tenía cierto regusto a Spock’s Beard. Estoy de acuerdo, y además es bueno, aunque creo que sucede pocas veces en el disco, y cuando sucede es muy de agradecer. DGM está construyendo una carrera plagada de grandes discos que creo que no está suficientemente valorada. Este disco ofrece una hora de metal prog de altísima calidad.
Escuchadlo!!
Ovi
