La banda ucraniana , de metal progresivo, JINJER, liderada por Tatiana Shmaylyuk, ha publicado su séptimo álbum, titulado DUÉL.
Un álbum donde está presente la guerra, la pérdida de identidad. Un disco muy emocional, con personalidad y sonido muy Jinjer, una mezcla entre el Groove y el death–core como nos tienen acostumbrados, con medios tiempos y momentos muchos más agresivos y pesados, con la dualidad en las voces trabajadas por Tati a la perfección.
Musicalmente no defraudan. Genialmente compactados.
Tantrum:
Corte que comienza rápido y agresivo desde la primera nota, con una batería aplastante que recuerda más a las antiguas bandas de death-core machacón que al Groove que les caracteriza. Con riffs de guitarra muy pesados y rápidos, un bajo muy estiloso que se percibe sobre todo en los medios tiempos de la canción, cuando la melodía parece detenerse, para sobresalir sobre el solo de guitarra y acompañar a la voz melódica de Tatiana.
Hedonist:
Comienza de manera más melódica que la pieza anterior, con una batería más trabajada y pausada, y la voz melódica de Tatiana se abre paso de manera suave y susurrante. Un corte menos agresivo, más característico del Groove que les clasifica, mucho más rítmica y lenta, aun en las partes en las que su cantante se deshace en guturales a los que nos tiene acostumbrados. Lentos, al compás de la guitarra, bajo y beats de batería, como si todo fuera un conjunto perfectamente armado y su voz fuera un instrumento más que marcase el ritmo.
Rogue:
Es una pieza que mezcla agresividad con parones y medios tiempos, de voces enteramente guturales. La batería es rítmica, la guitarra de riffs pesados y el bajo demandante. Las pausas se hacen más presentes al final del corte, sobre el minuto dos, dando un poco de tregua. La voz de Tatiana son alaridos que muestran las consecuencias de las guerras, cuando los dirigentes ciegos llevan su pueblo a la muerte, a la destrucción de cualquier posibilidad de vida digna, cuando se escuchan los tambores de la guerra de ejércitos de temibles caballeros de forma permanente y continua, donde las batallas interminables solo dejan hambre y escombros. “Collecting blood is his ambition, … There’s nothing left in his stone chest, Just rogue and endless battles, Rogue, We are forcefully put on his map, War-drum always rattles…”
Tumbleweed:
Una canción lenta de voz armoniosa y delicada, nacida desde lo profundo del alma, que a momentos se desgarra en guturales que hieren como las heridas abiertas que no dejan de sangrar y que se van haciendo cada vez más grandes. son
La parte gutural muestra esos lamentos nacidos desde la sangre y las raíces de las personas que son arrancadas de su hogar a causa de los conflictos bélicos, como no vuelven a ser las mismas personas, lejos de su hogar, de sus familias, perdiendo sus sueños e ilusiones entre balas y bombas. “I turned into nothing, I won’t be the same. Then the wind lifted my dry bones, And carried away, never stopped, From shore to shore, from door to door, My roots will never touch the ground.”
Green Serpent:
Una pieza potente, mezcla de agresividad y guturales y medios tiempos de voz melódica a momentos con pinceladas operística. Guitarras de riffs pesados que se detienen para marcar el ritmo junto a la batería y el bajo, para después resquebrajarse en perfecta melodía junto a la voz suave y delicada de Tatiana que maneja como nadie las tonalidades más graves y los cambios permanentes a demanda de la melodía y el mensaje que quiere transmitir.
Kafka:
Una pieza de tiempos medios, de riffs sucios y batería rítmica, que habla de transformación, de los defectos y las falsas apariencias, de lo que son las personas cuando se les cae la careta y muestra el rostro como son, hiriendo a bocajarro a las personas a placer. De voz melodica que solo es rasgada a medida que se acerca el final, como un perpetuo lamento.
Dark Bile:
Una pieza oscura, dual, de medios tiempos, rítmica, demandante, que narra la complejidad de las emociones y cómo el estado de ánimo nos muestra el mundo con perspectiva propia. Cuando un aura nostálgica nos domina entre la ansiedad y nos aborda hasta colapsarnos en el vacío existencial. Cada uno es como es, ve el mundo como lo ve, y eso no se puede cambiar.
Fast Draw:
Una pieza super agresiva, muy deathcore, de batería aplastante y rápida, doble pedal y bombo, de riffs pesados y bajo rápido, que muestra los entresijos de mostrar el alma en las creaciones, en escribir y dejar fluir lo que llevamos dentro, aunque en el momento de comenzar a crear no sepamos cuál de nuestras hablará y nos dominará en ese momento. Nuestro arte es un arma con el que mostrar nuestros propios delirios.
Someone’s Daughter:
Mi pieza favorita del álbum.
Una canción que comienza rítmica, melódica y lenta con la voz suave y armoniosa de Tatiana, a veces rota, que narra las expectativas que se tienen sobre la personalidad de las mujeres, como a pesar de ser las hijas de alguien el mundo quiere que seamos emocionalmente fuertes, frías, diligentes, y la vida golpeando con su devenir endurece nuestra propia dulzura. Y cuando a una mujer nos cortan las alas no nos queda más remedio que ser la bala, el primer golpe, llenas de rabia y sangre.
A Tongue So Sly:
Habla de la envidia, de las malas lenguas, de la falsa de verdad y los rumores para desprestigiar. Una canción que es furia en si misma desde el primer acorde, rápida, con medios tiempos y una energía brutal. Dualidad de voces que la completan y compactan.
Duél:
El corte que cierra el disco y que le da nombre, es una pieza con ritmos más lentos, más medida, dual, con voces armónicas, y guturales que parecen lamentos, es oscura y contiene mucha emoción en su letra, que muestra las batallas internas en una alegoría con la guerra que asola su país natal. Tiene un gran trasfondo reflexivo que es perfecto para poner el broche final al álbum.
“Stakes are high, stakes are high, In the tarnished snow a dead honor will lie, The bloodier the better I say, And to the last blood I’m gonna stand, Amidst the smoke and cries of pai, A moment of doubt, a chance to reclaim, There’s no way to hide, the wounds run deep and wide…”
Rebeca Bañuelos
