

Terminada la mani y el imperativo cocido en la Buhardilla que la tradición Torrelaveguense obliga, tiramos para Bilbao a eso de las cinco. Este concierto de Aborted lo teníamos marcado en rojo desde que se anunció a principios de Septiembre y aunque se fueron presentando otras alternativas muy apetecibles (desde Godless y Mugre en Unquera hasta Ghost – luego cancelado – en Vista Alegre), no dudamos de que SLASHING EUROPE era imperdible para nosotros, fans de los belgas desde hace muchos años, y que sin embargo nunca nos había coincidido ir a verles. Como por aquí no había puente, entre semana se hace un poco cuesta arriba, pero siendo justos hay que destacar la puntualidad extrema del evento, que para las diez y media ya estaba terminado.
Como suele suceder en estas reuniones de estilos tan concretos, a la mitad de la peña la conoces y la otra mitad te suenan de otras veces. Al final, los que nos movemos a ver cosas no somos tantos. Me encontré entre otros con el amigo Santi González de SAD EYES, con quién estuve echando una buena charlada sobre temas varios. Pronto le entrevistaremos en la radio otra vez. Como se que es una enciclopedia andante de las cosas brutas, le pregunté por Organectonomy y me estuvo contando que es una banda de Nueva Zelanda que giran con bastante frecuencia, lo que me sorprendió porque la verdad es que yo no les controlaba nada, hasta la semana anterior que me dio por curiosear un poco de cara al concierto. Luego me he informado más sobre ellos, y resulta que llevan por ahí desde 2010 y tienen tres álbumes completos dejando de lado singles, recopilatorios y EP’S.


Hacen un rollo brutal tirando al slam. Ósea, sin abusar de ritmos vertiginosos y centrándose más en riffs que te permiten cabecear a gusto. Se centran en la típica temática enferma de los subgéneros del Gindcore y aledaños, como su nombre indica. El sonido no les benefició, iban sin bajista, aunque las líneas del instrumento fantasma tenían bastante presencia con pistas pregrabadas que sonaron excesivamente altas y graves. De cualquier manera fue un gran calentamiento para el inicio de la noche y ofrecieron un buen show, violento, sin concesiones y divertido. No son una banda tremendamente original, pero se defienden bien a machetazos.


THE ZENITH PASSAGE tenían todas mis expectativas para la noche. Les he descubierto recientemente también a raíz de prepararme para este cartel. Llevan un rollo Brutal Death Técnico, y se les podría también meter en la gran caja del progresivo, con partes ambientales, acordes tensionantes y alguna voz melódica que te puede traer a la cabeza la rotura de esquemas por la que bandas como Opeth apostaron a mediados de los noventa. Aunque hubiese llegado al concierto sin haber escuchado nada, la guitarra rosa fosforito con Floyd Rose, ya daba suficientes pistas sobre algunas influencias heterodoxas, que fueron saliendo a la luz enseguida. El sonido fue sensiblemente mejor, pero también muy grave, en las partes de Breakdown hubo algún sopetón de los que te tiemblan los pantalones. Curiosamente también salieron sin bajo, una constante en la noche, con la excepción de Crypta, que contra todo sentido sonaron las más agudas de la noche.


¿Por qué? Pues tengo la teoría de que precisamente por ir más crudas y sin pistas de respaldo. Crypta van a cuarteto clásico, y al técnico le costó encontrar los medios y graves en la mezcla. Sabéis que no suelo comentar estas cosas, porque no soy nada pureta del sonido impecable, y siempre pongo todo de mi parte para disfrutar en la peor de las situaciones, así que os podéis hacer a la idea de que el tema sonido fue bastante llamativo. Me dio pena, porque aunque no me vuelven loco las composiciones de esta banda, si que creo que dieron un buen concierto que debería haber sonado más rabioso. Destaco la labor de Fernanda como vocalista, y sus dos guitarristas, muy bien compensadas y coordinadas en las partes duras, en los solos y en las dobladas melódicas, aunque como digo, había que rebuscar en el fondo del armario porque no empezó a sonar medianamente en su sitio hasta la parte final. Me quedé con ganas de profundizar un poco e intentar verlas otro día a ver si hay mejor suerte. Aunque justo detrás de mi algún Die Hard Fan se quejaba amargamente de la corta duración de su actuación, para mi el formato de minifesti fue perfecto así.





Y luego salió Aborted, batiendo el record al K.O. en menos segundos de la historia. Nos miramos con cara de, “Vale, el Death Metal escaló hasta aquí, y para arriba ya no hay más“. Sonido brutalmente atroz, técnicamente impecables, escénicamente imponentes sin hacer mucho. La batería triggeada perfectamente definida. A dos guitarras, pero un puto muro, la voz inhumana, y con algunas reverbs en cola que te dejaban mirando al techo a ver cómo y por donde se rompía aquello. Un par de elementos de atrezo, y una cantidad de tralla difícilmente digerible. Eso sí, un juego de luces como pocas veces se ha visto en un concierto del estilo. Aborted están para nosotros en el top, también porque han encontrado una personalidad en su sonido, y en la estética y temática de la banda que les distingue a la primera. Como hablaba también con Jimenez, grupos muy buenos hay a patadas, y a veces pero muchas veces se echa de menos algo especial que defina a una banda por si misma fuera de los cánones del género. Aborted lo tienen.
Nuestra inquietud tras la precipitada salida de Ken Bedene justo antes de la gira europea, quedó disipada enseguida, porque Kévin Paradis de Benighted hizo tan excepcional papel que probablemente ni siquiera mucha gente se dio cuenta de que quien estaba detrás de los bombos era otro, de hecho hasta físicamente se dan un aire. Nos quedamos impresionados cuando Sven De Caluwe mencionó que se había aprendido el repertorio en sólo tres días.
Es curioso como a pesar de la pasión de Aborted por las vísceras, transmitan tan buen rollo. El punto justo de gore, latex y sangre ketchup, y manteniéndose siempre en oscuridades bastante cinematográficas con referencias ochenteras a tutiplén. Después de un liturgia clásica del metal extremo, incluyendo Wall of Death, Circle Pit, Body Surfing, Lucha por el balón inflable y… una serie de Jumping Jacks (porque la mamá de Sven le ha dicho que está gordo y tiene que hacer más ejercicio), nos hicimos la Foto Finish (también para demostrar a su madre que no es mentira que va gente a sus conciertos) y acabamos bailando Techno, para posteriormente desfilar al mechandising a ritmo de Bark at the Moon. – Camisetas, playeras, discos, púas, CAFÉ MOLIDO! a los precios que manda Europa. – Jiménez se pilló la que sale en el cartel, yo de Aborted ya tengo dos.
El premio Obscene Fest para el tipo que se chupó toda la velada con mandil del carnicero y tras una máscara de Jason Voorhees. Héroe.
