¿Qué fuerza es esa que mueve a un montón de gente con sus respectivos horarios semanales llenos hasta el último minuto, que ya han exprimido los pocos huecos libres para dedicárselos a sus grupos, que consigue que inventen tiempo dónde no le hay? No nos queda más remedio que rendirnos a la evidencia, por épica que suene, y contestar alzando el puño que esa fuerza es EL METAL.
En concreto Ozzy. La onda expansiva de su muerte se sintió tan fuerte en nuestras redes personales, que fuimos conscientes de hasta que punto llevamos todos en la médula un buen puñado de canciones cantadas por él. A todos nos gusta esto y aquello, pero todos, de manera consciente o inconsciente, de frente o de refilón, llevamos la marca de Black Sabbath.

Me gustaría poder dejaros mirar durante unos segundos a bambalinas. A las semanas previas en las que un grupo de whatsapp con cientos de mensajes cruzados intenta poner de acuerdo a los participantes para hacer un pequeño intento de ensayo, que los que vamos ya curtidos en estas lides sabemos es imposible de coordinar. Al final, unos aquí, otros allá, combos incompletos, vuelta y media a algunos temas y otros en la cuerda floja, como si estuviésemos preparando la escena de una película que nadie ha visto completa.
Bendita sea la gente que se lía, y pasa del “estaría bien hacer” al “vamos a ponernos a ello”, al final todo sale.
Bifrost, Grey Giant, Heelhook, Granada Goblin, Hrigz, Patente, Cantaebria, Opposer, Orion Saiph, CrystalMoors, Stygian, Criatura, Lunática… alguno me dejo, el mensaje se extendió como un virus y llegó hasta donde pudo. Si se tira del hilo un poco más, hubiesemos sido diez veces los que estuvimos en el escenario. Había otras tantas canciones en la lista que no llegaron a tener quorum en el Excel.

El New a reventar como hacía tiempo que no lo veía, Juan y Luci no daban a basto a servir Sangre de Calabaza. El garito por excelencia para celebrar Halloween desde hace cerca de tres décadas en Cantabria.






Y ya de juntarnos para el funeral, sumar una buena causa. Seguimos caminando junto a Apapachando en beneficio de los niños y niñas con enfermedades raras, con la siempre incombustible Lía Ultraviolencia dando un paso al frente, así que en las barras se pusieron unas huchas con las que esperamos se haya recaudado un pequeño empujón, siempre necesario, nunca suficiente.
Buscad vídeos por las redes para más detalles, que les hay a patadas. Una noche imborrable que nos llevaremos a la tumba. Esperemos que falte mucho. Esperemos morir con la entereza con la que murió Ozzy.
Fotos: Carlos Nuñez, Maria del Mar Vidal, Oskar Sánchez, Elena Cifrián…
