

El pasado viernes, cuando llegué a casa a eso de las nueve, después de toda una semana de trabajo y ajetreo, me abrí una cerveza y me puse el Live From Home de Crisix. El directo con el que celebraban quince años de carrera y que ha terminado por ser el regalo de despedida a los fans que lo solicitaron en su web.
Mientras iban pasando las canciones se dibujaba en mi rostro una sonrisa de satisfacción. La suerte de haber podido estar en algunos de sus conciertos y haber vivido aquello en mis propias carnes. El cierre irreprochable de una banda que se fue estando en lo alto, sin que nadie pueda recriminarles por no haberse dejado la piel hasta el último aliento.
Desde los inicios en 2008 Crisix demostraron intención de ir a por todas. Sólo un año después ganaron la Metal Battle sin ni siquiera haber editado su primer álbum. The Menace salió en 2011 y para aquel entonces comenzaban a presentarse como uno de los grandes baluartes del nuevo Thrash Metal en España, un movimiento que parecía un poco nostálgico en un principio, pero que acabó demostrando que traía a bandas con mucho que aportar. La alianza entre Crisix y Angelus Apatrida no deja lugar a dudas, pero no hay que olvidar que hay centenares de discos buenísimos de otros grupos más a la sombra.
Si para Angelus el pelotazo definitivo vino con Clockwork en 2010, en el caso de Crisix sería su segundo disco, de 2013 el que les llevaría en una larga gira por toda la geografía y comenzarían a afianzar sus incursiones internacionales hasta convertirles against the odds, en la aclamada banda que eran cuando dijeron adiós.
Para estas alturas ya podríamos estar pensando en ese álbum para la sección de clásicos, pero como le han lavado la cara vamos a darle desde el Disco de la Semana.
Supongo que esta regrabación tiene un poco de mirar atrás, a la banda de jóvenes chavales de Igualada y querer estar ahí para decirles que contra todo pronóstico iban a conquistar medio mundo tocando Thrash Metal. También es probable que por motivos de derechos sobre una reedición o por la distribución internacional se viesen empujados al estudio, pero qué más da. Por un motivo u otro tenemos en la mano un precioso vinilo azul o amarillo.
Hay gente que dice que estas regrabaciones no aportan mucho en la carrera de un grupo, pero en este caso hace justicia con un gran sonido, y sobre todo, trajo al presente, para los que se enteraron tarde, un buen puñado de viejas canciones. Lo más importante de todo es que si le das al Play te vas a ver envuelto en un torbellino y no te va a dar tiempo a cuestionarte nada. ¡Circle Pit!
No sabemos si algún día volverán. Si deciden hacerlo, les esperaremos con los brazos abiertos. Si no, no creo que mucha gente encuentre algo qué echarles en cara.
Gracias por darlo todo. Y ya.