El Infest es una de esas citas anuales, casi imprescindibles, que animan la escena en Cantabria. Una vez alguien me dijo que somos una comunidad de francotiradores, y creo que tiene razón, no se suelen ver por aquí grandes uniones de gente para hacer festivales enormes, pero si hay un montón de gente haciendo cosas pequeñas y medianas, cada uno a su rollo, en general de buen grado unos con otros, y creando una programación continuada y diversa.
Todos sabemos que el Infest no dispara con fogueo, por eso, cuando sale el cartel, no sabe uno si alegrarse más por los nombres que conoce, o por las bandas que está a punto de descubrir.

Una de esas sorpresas, para mi, eran Gyoza. Una banda a la que no tengo controlada, a pesar de que hay alguna gente en mi entorno que alguna vez me han hablado de ellos. Me quedé con las ganas, porque un asunto familiar ha impedido que nos visiten en esta ocasión. ¡Que no cunda el pánico! seguro que les recuperan para una siguiente ocasión, como hicieron en esta con Ósserp, que tuvieron un caso parecido el año anterior.
De cualquier forma, Infest contó in extremis con la presencia de Criaturä para abrir este primer acto de su décimo aniversario. Están comenzando nueva etapa con Javi Prieto como guitarrista, y por lo que vimos ayer, la continuidad está asegurada. Es su segundo concierto con esta formación y ya están encajados. Por lo que me comentaban, en breve se publicarán un par de temas nuevos y un videoclip, así que habrá que estar pendientes a sus redes.

La chapa que di con Ósserp cuando se publicó El Nous Cants de la Sibil·la seguro que la recordáis bien, así que no insistiré en ella. Se han estabilizado como cuarteto a una sola voz, siguen sin bajista, pero con guitarras muy graves que construyen un muro inquebrantable. Los que conocíamos a la banda lo disfrutamos a sabiendas de que son un grupo tan grande en sonido y canciones como muchos de los legendarios, los que no sabían la que se les venía encima se echaban las manos a la cabeza ante tamaño chaparrón de fuego y plomo.

Por último Wet Cactus, que ya se nos escapan de las manos. Son de aquí y nos alegramos de ello, pero es sólo una anécdota, podrían igualmente ser un grupo guiri de visita. Por fortuna se les recibe como tal y fue un gustazo ver a toda la chavalada arropándoles y gozándola desde el primer segundo. Aquellos años pasados en los que se miraba a los grupos de brazos cruzados y con la ceja arqueada parecen haber llegado a su fin en Cantabria. Estrenaron material nuevo, y ya nos pusieron sobre aviso de que están a punto de volver a entrar al estudio, a por su cuarto álbum.


Para la segunda jornada del Infest “Victoria en la Senda del Diablo” tienen preparado un menú igual de apetecible con Mountain Stew, Carencias Afectivas y la Milagrosa. Nosotros no vamos a poder pasar, porque aunque quisiésemos seguimos sin tener la capacidad de estar en todos los conciertos que nos gustan. A lo mejor tú si que vas y quieres contárnoslo…



