Enforcer es una banda a la que tenía muchas ganas de ver desde hace años, y es raro en mí que una banda actual me llame tanto la atención. Los suecos practican un heavy metal muy de vieja escuela. Bandas que caen en esa descripción hay muchas. Pero a diferencia de otras bandas que ofrecen un producto similar, tengo que decir que éstos concretamente lo hacen con un buen gusto y una calidad que hace que no caigan en el saco de lo, digamos, rancio. El caso es que tienen algo que no sé describir que los distingue de los demás.
Como digo, muchas ganas tenía que tener de verlos para acercarme un miércoles a la Silikona, una sala que a mi gusto se les queda pequeña. Quizás si hubiesen venido en fin de semana habrían podido aspirar a una sala más grande. También reconozco que ver una bandaza como Enforcer en una sala tan pequeña (no sé si hicieron sold out, pero, desde luego, estaba abarrotada) tiene su encanto.
Los encargados de abrir para los suecos fueron los barceloneses Wicked Leather. Una banda de reciente creación, que pudieron disfrutar de la experiencia de abrir para los suecos en una sala que ya estaba prácticamente llena cuando terminaron su actuación. Su primer disco Season of the Witch se editará el próximo 2026, aunque ya han editado algunos adelantos, como el videoclip de Night Hunter dirigido por Albert Muns en el que dejan claras sus influencias ochenteras.

Ya hablando de Enforcer, comenzaron con Destroyer, ese trallazo con el que comienza su obra maestra, From Beyond, de 2015. E igual que en el disco, la siguiente fue su himno, Undying Evil, la cual hizo que la Silikona se viniese abajo. Me sorprendió que tocasen este temazo tan al principio. Continuaron con Unshackle Me, del último disco, y volvieron a retomer el From Beyond, esta vez con el tema que da título al disco. Veía al público entregadísimo, y eso sin duda influyó en los músicos, que lo dieron todo en el minúsculo escenario.
Tras esta pequeña tregua, continuaron partiendo cuellos con Live For The Night, del Diamonds. A destacar que Olof, el cantante, tenía la voz perfecta. Ni un signo de cansancio y llegando a todo.
Vino otra tregua con Zenith of the Black Sun, tema machacón que arrancó los “eh”s del público. En temas como éste se aprecia la excelente base rítmica que forman Jonas y Garth.
Volvió la velocidad con Coming Alive, del último disco. Tras un breve solo de batería (se agradece) que permitió al resto de la banda tomar aire, vino Scream of the Savage, del Into the Night. Y entonces llegó el momento “emotivo” de la noche, con Nostalgia. El público estaba entregadísimo en este punto, coreando y bailando.
Tras la última tregua que concedieron los suecos, de aquí hasta el final fue ya dejarse la piel en cada uno de los temas que quedaban. Mesmerized by Fire, del Death by Fire, Running in Menace del Diamonds. Otro tema más del From Beyond, Hell Will Follow, y se retiraron al camerino con otra del Death by Fire, Take Me Out of This Nightmare.
Puesto que de ahí no nos íbamos sin un bis, volvieron al escenario, para recuperar dos trallazos del Diamonds. El primero fue Katana, y al acabar ofrecieron tocar una más sólo si el público se volvía loco para la última. Hecho el pacto, ambas partes cumplieron, ya que la Silikona se convirtió en un pogo masivo durante la ejecución de Midnight Vice, en la que Olof demostró que le quedaba voz como para cantar una o dos horas más.
Como resumen, dejaron muy buen sabor de boca. Los cuatro músicos entregadísimos durante todo el concierto. Me quedo ahora con las ganas de verlos en un escenario grande. Son una gran banda, y aunque no los conozcas te recomiendo que vayas a verlos si tienes ocasión, porque tienen un directo realmente divertido.

